La comedia "Sueño de una noche de verano", escrita por William Shakespeare en 1595, ha sido fuente de inspiración para un puñado de obras, como la del coreógrafo George Balanchine.
La obra fué escrita hace más de 400 años y ha sido fuente de inspiración de innumerables artistas. Actualmente sigue provocando y cautivando la fascinación y el interés del público. El dramaturgo inglés supo imprimirle a "Sueño de una noche de verano" (1595) el humor y la filosofía que caracterizan sus creaciones y lo mantienen vigente hasta la actualidad.
El título alude a la noche del solsticio de verano en el hemisferio norte -23 de junio-, fecha por mucho tiempo identificada con el amor y la magia. En el folclore europeo es el momento del año en que suceden hechos sobrenaturales y aparecen personajes de fantasía -como hadas- que pueden interactuar con el mundo real. El argumento gira alrededor de seres mortales e inmortales que se enredan en historias equivocadas a causa de una flor, que al olerla, hace que la gente se enamore de la primera persona que ve.
George Balanchine llegó a "Sueño de una noche de verano" luego que coreógrafos como Petipa y Fokine hicieran lo propio con la obra de Shakespeare. Un lugar destacado ocupa también el músico Benjamin Britten (1913-1976), quien en 1960 compuso una ópera que es considerada la mejor llegada al teatro lírico de la comedia del poeta del Avon.
Balanchine tuvo su primer contacto con la pieza a los ocho años, cuando interpretó a uno de los elfos en una producción teatral de su Rusia natal. La experiencia fue tan fuerte, que el artista recordó para siempre los pasajes de la obra. En 1950, ya viviendo en los Estados Unidos, arregló varias danzas para una producción definitiva de "Sueño...", que llegaría doce años después.
Pero según cuenta Balanchine, su inspiración principal no fue la comedia de Shakespeare, sino las bellas melodías creadas por Mendelssohn, quien en 1826 se había dejado seducir por la obra del autor inglés, componiendo la obertura del concierto "Sueño de una noche de verano" (Opus 21). Tiempo después escribió la música incidental para la misma comedia, comisionado por el Rey Friedrich Wilhelm IV de Prusia (Opus 61, 1843). Como el maestro alemán no había realizado la música incidental para toda la obra, Balanchine incorporó al ballet otras partituras del mismo compositor: un fragmento de la Sinfonía No. 9 y las oberturas "Atalía", "Hijo y extranjero", "El hada Melusina" y "La primera noche de Walpurgis".
“Sueño de una noche de verano” es un ballet en un acto sobre la comedia de William Shakespeare, estrenando el 14 de enero de 1962 con el Ballet de la ciudad de Nueva York.
La acción es la de la homónima de la comedia de Shakespeare, que trata de las aventuras y desventuras de un grupo de mortales e inmortales manteniendo siempre la narración a medio camino entre el sueño y la realidad.
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